Cada tótem que creo nace de un proceso manual y ritual: selecciono cuidadosamente la piedra Catlenita (Pipe Stone), un material ancestral utilizado por comunidades indígenas en América para tallar objetos ceremoniales y espirituales. Su textura noble y su suavidad permiten esculpir formas con detalle, mientras su origen la conecta con una tradición de respeto y ofrenda a la naturaleza. En mis manos, cada tótem toma la forma de un animal guía, representando cualidades espirituales como la fuerza del búfalo, la visión de la lechuza o la energía vital del colibrí. Cada pieza es única, pensada como un símbolo personal y un recordatorio de conexión interior.